“Enseñar para la sociedad del conocimiento: educar para la creatividad”
La profesión paradójica
Se espera de la enseñanza que cree las habilidades para que los seres humanos sobrevivan y tengan éxito en la sociedad actual del conocimiento. Los docentes deben construir la sociedad del conocimiento y desarrollar la capacidad de innovar, lo cual es esencial para tener una prosperidad económica.
Dentro de la revolución del conocimiento, cuando pedimos y esperamos que los profesores preparen a nuestros hijos para la sociedad del conocimiento, los costes totales de sus salarios, han llevado a limitar los recursos y el apoyo necesario para llevar esto a cabo y ser docentes más efectivos.
El profesorado se ha sometido a diferentes ataques públicos hoy en día con la sociedad del conocimiento, lo cual ha llevado a que muchos de ellos renuncien.
Esta profesión que dice ser vital para la economía ha sido también desvalorizada por muchos grupos, cada vez son menos quienes quieren formar parte de esto y pocos se interesan por liderarla.
Hoy en día los docentes se encuentran encerrados entre 3 intereses en competencia:
1) ser catalizadores dentro de la sociedad del conocimiento
2) ser los contrapuntos de la sociedad del conocimiento (incluyendo sus amenazas a la inclusión, la seguridad y la vida pública)
3) ser víctimas de la sociedad del conocimiento (en donde existen expectativas en la educación con el coste mínimo)
Antes de la sociedad del conocimiento
Luego de la II Guerra mundial
Estas tres fuerzas forman al docente y a la enseñanza hoy en día.
En muchas ocasiones se ha esperado que la educación pública salve a la sociedad en diferentes aspectos, pero no ha sido posible, a pesar de muchos intentos, aunque el optimismo continúa.
Dentro de toda esta expansión y autonomía incrementaban el acceso del público a la educación pública, pero poco hicieron por cambiar la educación que se ofrecía, o el modo de enseñar de los profesores.
Se seguía evaluando como siempre, desde generaciones, con los métodos tradicionales.

Los países menos desarrollados recibieron muy poca ayuda, y esta se dirigía en gran medida hacia la educación primaria y la creación de alfabetización que eran esenciales para la independencia económica.
Con la crisis del petróleo y el derrumbamiento de la encomia keynesiana la educación paso a ser un problema, no una solución, ya que los estados de bienestar empezaron a desmoronarse con ellos los recursos para la educación. Con esto la población de estudiantes se redujo, los docentes perdieron la atracción para el mercado y su poder de negociación.
La educación se convertía en desespero y pánico.
Entre tanto en los 80, en Gran Bretaña, llego el gobierno conservador en donde culpaban a los docentes por todo. Según los críticos esto era para desprestigiar a la educación pública y hacer que los padres pagaran por educación privada para sus hijos.
En la época de los 90 muchos docentes empezaron a sentirse desprofesionalizados a medida que empezaban a dejarse sentir los efectos de la reforma y la reestructuración.
Los profesores ya no solo tenían que enseñar a los alumnos, tenían más preocupaciones a causa de la burocracia y de llenar papeles debido a la centralización administrativa.
Con esto se pudo ver que la educación no siempre era la solución económica.

Obtener beneficios de la sociedad del conocimiento
Sociedad del conocimiento es el paso desde una economía industrial (donde la gente estaba ocupada en producir cosas) a una economía postindustrial (en donde la mano de obra se iba concentrando cada vez más en los servicios, las ideas y comunicación)
La sociedad del conocimiento actual no solo está representada por el crecimiento de determinados sectores de expertos como la ciencia, la tecnología o la educación. No es sólo un recurso de trabajo y producción, sino que penetra en todas las partes de la vida económica, y caracteriza el mismo modo de funcionamiento de las empresas y otros tipos de organizaciones.
Peter Drucker dice que el recurso básico de la sociedad ya no es la mano de obra o el capital humano, si no que es el conocimiento, la innovación, la productividad.
En la sociedad de la información, el conocimiento es un recurso flexible, en constantes expansión. La gente no se limitara en obtener del exterior un conocimiento experto.
El modo de producción está unido al modo de consumo.
Dentro de la sociedad del conocimiento, la velocidad y la inteligencia son mas importantes que la producción, de ahí existen los “locos por la tecnología” que son capaces de crear, inventar y crear nuevas posibilidades.
Las mejores empresas en la economía del conocimiento operan como organizaciones de aprendizaje en que innovadores y expertos en márqueting trabajan en equipo y son capaces de generar y aplicar nuevas ideas conjuntamente.
La sociedad del conocimiento tiene 3 dimensiones:
1) comprende una esfera educativa, técnica y científica expandida
2) implica modos complejos de proceso y circulación de conocimiento e información en una economía basada en los servicios.
3) Acarrea cambios básicos en el modo de funcionamiento de las empresas y organizaciones para promover innovación continua de productos y servicios.
Desarrollar la sociedad del conocimiento
La sociedad del conocimiento es una sociedad del aprendizaje.
Dentro de la economía del conocimiento no solo es necesario el funcionamiento de las maquinas, sino que también el funcionamiento del cerebro.
Lo que necesita la sociedad del conocimiento es mucha creatividad, ideas que sirvan para resolver problemas prácticos, técnicos y sociales también.
Se necesitan ideas más específicas y más convincentes sobre cómo transformar el aprendizaje y la enseñanza dentro de la propia educación pública
Enseñar para la sociedad del conocimiento
Los docentes deben ser catalizadores en la sociedad del conocimiento, siendo capaces de construir un tipo especial de profesionalismo, en donde deben:
-          Promover el aprendizaje cognitivo profundo
-          Aprender a enseñar de modos que no les fueron enseñados
-          Comprometerse con el aprendizaje profesional continuo
-          Trabajar y aprender en grupos colegiales
-          Tratar a los familiares como socios en el aprendizaje
-          Desarrollar a partir de la inteligencia colectiva
-          Construir una capacidad para el cambio y el riesgo
-          Promover la confianza en los procesos

Los docentes deben encargarse que todos los estudiantes alcancen altos niveles de aprendizaje cognitivo y que creen conocimiento aplicándolos a problemas y comuniquen efectivamente a los otros. Que el aprendizaje no sea solo memorizar, si no aplicar.
Los docentes necesitan ser comprometidos e implicarse continuamente en proseguir, actualizar, controlar y revisar su propio aprendizaje profesional.
Los docentes deben seguir aprendiendo en toda su vida profesional, y los que no lo hacen son una carga para sus estudiantes.
En la sociedad del conocimiento, los docentes no pueden aprender solos, es vital que se impliquen en la acción, en la búsqueda y en la resolución de problemas en conjunto con sus colegas.
Es importante en la sociedad del conocimiento que las familias pasen a formar parte de la red de aprendizaje de la escuela y que los docentes amplíen su sentido de profesionalismo para incluir y abarcar estas asociaciones de aprendizaje más amplias.
La inteligencia emocional añade valor a la inteligencia cognitiva. Las cinco competencias básicas que construyen la inteligencia emocional son:
-          Conocer y ser capaz de expresar las propias emociones
-          Ser capaz de identificarse con las emociones de otros
-          Ser capaz de supervisar y regular las propias emociones para que no escapen a nuestro control
-          Tener la capacidad para motivarse a uno mismo y a los demás
-          Poseer las habilidades sociales para poner las cuatro primeras competencias en acción
Todos estos aspectos de la inteligencia emocional permiten que los profesores y directivos mejoren sus relaciones con los compañeros.
Esta inteligencia es muy importante en el aula, ya que mejoran nuestras organizaciones y relaciones, es una finalidad esencial para el aprendizaje escolar
También esta inteligencia emocional proporciona los fundamentos emocionales para el aprendizaje profesional compartido y el trabajo en grupo entre los docentes.
La sociedad del conocimiento también depende de la “inteligencia colectiva”, que implica una transformación en el modo que tenemos de pensar acerca de la capacidad humana. Todos somos capaces.
La inteligencia creativa es universal, múltiple, infinita y compartida.
Los docentes en la sociedad del conocimiento deben desarrollar la capacidad para correr riesgos, manejar el cambio, e iniciar pesquisas cuando se les plantean de forma repetida nuevas demandas y nuevos problemas.
En la enseñanza, el riesgo requiere un tipo especial de confianza en los procesos y en las personas, esto se llama “confianza profesional” que quiere decir que los docentes tengan confianza en personas que quizás no conozcan bien y que no formen parte de sus amigos y que no han puesto su fiabilidad en ellos.
En resumen, enseñar para la economía del conocimiento fomenta:
-          Creatividad
-          Flexibilidad
-          Resolución de problemas
-          Inventiva
-          Inteligencia colectiva
-          Confianza profesional
-          Asunción de riesgos
-          Mejora continua

No hay comentarios:

Publicar un comentario