¿Queda descartada la escuela?

El uso de tecnología digital en la educación se ha visto rodeado por cantidades ingentes de retórica exagerada. Educadores e investigadores que intentan promover agendas más amplias vinculadas a la transformación del aprendizaje, y críticos que lamentan la desaparición de la infancia y de la educación genuina.
Los suplementos de tecnología de la prensa educativa, los documentos gubernamentales más reciente y los folletos utilizados para vender computadoras parecen ofrecer poco más que las exageraciones ya conocidas acerca de las “soluciones” tecnológicas más novedosas.
La idea de que la tecnología en si y de por si producirá, inevitable, tipo particulares de aprendizaje.
La tecnología se concibe como una herramienta que libera o destruye una esencia imaginada de la infancia.
La tecnología es producto de determinaciones sociales e históricas; las formas que adopta reflejan los intereses de los actores sociales y las instituciones sociales que desempeñan en un papel fundamental en su producción y en la determinación de dónde, cuándo  y cómo se utilizará, así como de quien habrá de utilizarla.
Es sólo en los contextos sociales de uso donde las tecnologías cobran significado.
La nueva recha digital
La tecnología en sí transformaría la educación de manera radical. Los medios digitales han venido a ocupar un lugar central en la vida extraescolar de la mayoría de los jóvenes. Los medios digitales constituyen un aspecto central de su cultura popular. Los jóvenes interactúan con estos medios de manera diferente que los adultos esto hace que las nuevas generaciones  desarrollen nuevas habilidades.
El peligro que entraña esta situación es que la escuela termine guardando cada vez menos relación con los intereses y preocupaciones reales de los jóvenes. Los niños en general  exhiben una considerable falta de interés en estos intentos recurrentes de hacer divertido el aprendizaje.


Hacia las alfabetizaciones digitales
La escuela podría y debería desempeñar un rol mucho más activo proporcionado tanto perspectivas críticas respecto de la tecnología. La educación para los medios ofrece un marco conceptual bien desarrollado y una amplia variedad de estrategias de enseñanza que pueden permitir cumplir ese rol.
La enseñanza de TIC como asignatura escolar sigue estando dominada por la práctica de habilidades descontextualizadas que a la mayoría de los estudiantes les resultan redundantes.

¿ El fin de la escula?

Muchos comentaristas vieron el advenimiento de las tecnologías digitales como in fenómeno qie provocaría el fin de la escuela en cuanto a institución. sin embargo, tal situación no parece muy probable sobre todo porque la escuela cumple funciones sociales.
Hace años circular diversas ideas, tales como, Seymour Papert(1980), sostiene que la presencia de los computadores conducirá a una situación en que las escuelas tal como las conocemos no tendrán lugar.
La concepción de Ivan Illich ( 1971), doce que de una sociedad desescolarizada depende de la capacidad de las tecnologías de crear redes nuevas, descentralizadas  en las que las que desaparecerán las distinciones entre los docentes y alumnos, así como la antigua forma institucional de la escuela. Esas eran algunas visiones de como creen diferentes autores, de que la escuela podría en cierta forma desaparecer.
Repensar la escuela
¿ Cómo podríamos imaginar el rol de la escuela en la era de la cultura digital?
Necesitamos recuperar una visión modernista de la educación publica y de la escuela como institución clave.
Como institución de la esfera publica , la escuela podría proporcionar un foro para llevar adelante una comunicación publica abierta y un debate critico al cual todos tengan acceso por igual. debería interponerse entre el ciudadano y las operaciones tanto del mercado como del Estado.
en este sentido, las escuelas pueden aprender, sin duda, de las instituciones mas informales y accesibles que crecieron en torno a las nuevas tecnologías.
Es indudable que la escuela no está siquiera cerca de desaparecer.
No obstante, en un entorno cada vez más dominado por la proliferación de medios electrónicos y las demandas de la cultura del consumo, es imperioso que asuma un rol mucho más activo. Quizá. la tecnología pueda contribuir a que la escuela adopte ese nuevo papel, pero no provocará el cambio por si sola.
Es indudable que la escuela no está siquiera cerca de desaparecer.
No obstante, en un entorno cada vez más dominado por la proliferación de medios electrónicos y las demandas de la cultura del consumo, es imperioso que asuma un rol mucho más activo. Quizá. la tecnología pueda contribuir a que la escuela adopte ese nuevo papel, pero no provocará el cambio por si sola.


Al tiempo que reafirmamos las funciones publicas de la escuela, también debemos desarrollar sus conexiones con otras instituciones de la esfera publica y posiblemente imaginar nuevas entidades. las que podrían denominarse instituciones sociales intermedias, tales como, librerías, centros de educación del adulto, proyectos artísticos comunitarios e incluso museos, para que así puedan ayudarnos a salvar la brecha entre la escuela y la vida de los alumnos fuera de la escuela.

¿Jugar para aprender?

Existen muchas reflexiones sobre el potencial educativo de los videojuegos. A continuación te presentaremos un análisis del capítulo 6 del libro “Más allá de la tecnología”.
  Hoy en día muchos investigadores ven los usos recreativos de la tecnología digital por parte de los niños (videojuegos) como un medio para desafiar los usos limitados e inflexibles de las TIC en las escuelas. Debido a que se piensa que el aprendizaje más autentico se da en situaciones más informales.
 Los niños prefieren estar a cargo de sus propios aprendizajes y formarse sus propias opiniones en relación con esos  temas. Ellos aprenden a usar los videojuegos, Internet u otros medios a través del ensayo y el error (exploración, juego y experimentación). Desarrollando así operaciones cognitivas tales como: recordar, predecir, planificar. Por tanto los niños obtienen un aprendizaje a través de la práctica por medio de la exploración activa.
  Por otro lado, los niños aprenden a aprender, es decir, desarrollan orientaciones particulares respecto a la información, métodos específicos de adquisición de nuevos conocimientos y habilidades, y se forman una idea de su propia identidad en cuanto educandos. Aun así no todo es confiable, es por eso que se debe tener precaución en la información que se encuentra u obtenga.
 Los videojuegos son un medio para revitalizar el uso de la tecnología en la escuela. Se cree que al establecer  conexiones entre el uso de diferentes tecnologías en el aula  y las experiencias de los niños fuera de esta, permitirían, por medio de los juegos capitalizar los beneficios del aprendizaje informal y validar los diferentes estilos de aprendizaje. El uso de los videojuegos implica un desafío intelectual y exigente. Pero por otro lado se nos presenta la violencia que trae consigo o malos hábitos que se pueden aprender de hechos por la agresividad que muestran.
 Es por esto que a los docentes se les presentan varios obstáculos tales como:
-          Relación de videojuegos con los contenidos curriculares
-          Interrogantes entre equidad y posibilidades de los alumnos de contar con igual acceso al aprendizaje.
-          No se dispone de  datos adecuados de que el uso de videojuegos produzca incrementos significativos del aprendizaje de los alumnos y de que esos aprendizajes se transfieren a otras áreas.

 Lo que debemos hacer es salvar esta nueva brecha digital entre los colegios y las culturas extraescolares de los alumnos que para muchos incluyen los videojuegos. Los docentes deben pensar en una manera de participar en las culturas extraescolares de los niños más rigurosa y crítica, pero a la vez creativa.

A continuación les dejamos un video increíble donde JAMES GEE se refiere sobre el tema:




“Enseñar para la sociedad del conocimiento: educar para la creatividad”
La profesión paradójica
Se espera de la enseñanza que cree las habilidades para que los seres humanos sobrevivan y tengan éxito en la sociedad actual del conocimiento. Los docentes deben construir la sociedad del conocimiento y desarrollar la capacidad de innovar, lo cual es esencial para tener una prosperidad económica.
Dentro de la revolución del conocimiento, cuando pedimos y esperamos que los profesores preparen a nuestros hijos para la sociedad del conocimiento, los costes totales de sus salarios, han llevado a limitar los recursos y el apoyo necesario para llevar esto a cabo y ser docentes más efectivos.
El profesorado se ha sometido a diferentes ataques públicos hoy en día con la sociedad del conocimiento, lo cual ha llevado a que muchos de ellos renuncien.
Esta profesión que dice ser vital para la economía ha sido también desvalorizada por muchos grupos, cada vez son menos quienes quieren formar parte de esto y pocos se interesan por liderarla.
Hoy en día los docentes se encuentran encerrados entre 3 intereses en competencia:
1) ser catalizadores dentro de la sociedad del conocimiento
2) ser los contrapuntos de la sociedad del conocimiento (incluyendo sus amenazas a la inclusión, la seguridad y la vida pública)
3) ser víctimas de la sociedad del conocimiento (en donde existen expectativas en la educación con el coste mínimo)
Antes de la sociedad del conocimiento
Luego de la II Guerra mundial
Estas tres fuerzas forman al docente y a la enseñanza hoy en día.
En muchas ocasiones se ha esperado que la educación pública salve a la sociedad en diferentes aspectos, pero no ha sido posible, a pesar de muchos intentos, aunque el optimismo continúa.
Dentro de toda esta expansión y autonomía incrementaban el acceso del público a la educación pública, pero poco hicieron por cambiar la educación que se ofrecía, o el modo de enseñar de los profesores.
Se seguía evaluando como siempre, desde generaciones, con los métodos tradicionales.

Los países menos desarrollados recibieron muy poca ayuda, y esta se dirigía en gran medida hacia la educación primaria y la creación de alfabetización que eran esenciales para la independencia económica.
Con la crisis del petróleo y el derrumbamiento de la encomia keynesiana la educación paso a ser un problema, no una solución, ya que los estados de bienestar empezaron a desmoronarse con ellos los recursos para la educación. Con esto la población de estudiantes se redujo, los docentes perdieron la atracción para el mercado y su poder de negociación.
La educación se convertía en desespero y pánico.
Entre tanto en los 80, en Gran Bretaña, llego el gobierno conservador en donde culpaban a los docentes por todo. Según los críticos esto era para desprestigiar a la educación pública y hacer que los padres pagaran por educación privada para sus hijos.
En la época de los 90 muchos docentes empezaron a sentirse desprofesionalizados a medida que empezaban a dejarse sentir los efectos de la reforma y la reestructuración.
Los profesores ya no solo tenían que enseñar a los alumnos, tenían más preocupaciones a causa de la burocracia y de llenar papeles debido a la centralización administrativa.
Con esto se pudo ver que la educación no siempre era la solución económica.

Obtener beneficios de la sociedad del conocimiento
Sociedad del conocimiento es el paso desde una economía industrial (donde la gente estaba ocupada en producir cosas) a una economía postindustrial (en donde la mano de obra se iba concentrando cada vez más en los servicios, las ideas y comunicación)
La sociedad del conocimiento actual no solo está representada por el crecimiento de determinados sectores de expertos como la ciencia, la tecnología o la educación. No es sólo un recurso de trabajo y producción, sino que penetra en todas las partes de la vida económica, y caracteriza el mismo modo de funcionamiento de las empresas y otros tipos de organizaciones.
Peter Drucker dice que el recurso básico de la sociedad ya no es la mano de obra o el capital humano, si no que es el conocimiento, la innovación, la productividad.
En la sociedad de la información, el conocimiento es un recurso flexible, en constantes expansión. La gente no se limitara en obtener del exterior un conocimiento experto.
El modo de producción está unido al modo de consumo.
Dentro de la sociedad del conocimiento, la velocidad y la inteligencia son mas importantes que la producción, de ahí existen los “locos por la tecnología” que son capaces de crear, inventar y crear nuevas posibilidades.
Las mejores empresas en la economía del conocimiento operan como organizaciones de aprendizaje en que innovadores y expertos en márqueting trabajan en equipo y son capaces de generar y aplicar nuevas ideas conjuntamente.
La sociedad del conocimiento tiene 3 dimensiones:
1) comprende una esfera educativa, técnica y científica expandida
2) implica modos complejos de proceso y circulación de conocimiento e información en una economía basada en los servicios.
3) Acarrea cambios básicos en el modo de funcionamiento de las empresas y organizaciones para promover innovación continua de productos y servicios.
Desarrollar la sociedad del conocimiento
La sociedad del conocimiento es una sociedad del aprendizaje.
Dentro de la economía del conocimiento no solo es necesario el funcionamiento de las maquinas, sino que también el funcionamiento del cerebro.
Lo que necesita la sociedad del conocimiento es mucha creatividad, ideas que sirvan para resolver problemas prácticos, técnicos y sociales también.
Se necesitan ideas más específicas y más convincentes sobre cómo transformar el aprendizaje y la enseñanza dentro de la propia educación pública
Enseñar para la sociedad del conocimiento
Los docentes deben ser catalizadores en la sociedad del conocimiento, siendo capaces de construir un tipo especial de profesionalismo, en donde deben:
-          Promover el aprendizaje cognitivo profundo
-          Aprender a enseñar de modos que no les fueron enseñados
-          Comprometerse con el aprendizaje profesional continuo
-          Trabajar y aprender en grupos colegiales
-          Tratar a los familiares como socios en el aprendizaje
-          Desarrollar a partir de la inteligencia colectiva
-          Construir una capacidad para el cambio y el riesgo
-          Promover la confianza en los procesos

Los docentes deben encargarse que todos los estudiantes alcancen altos niveles de aprendizaje cognitivo y que creen conocimiento aplicándolos a problemas y comuniquen efectivamente a los otros. Que el aprendizaje no sea solo memorizar, si no aplicar.
Los docentes necesitan ser comprometidos e implicarse continuamente en proseguir, actualizar, controlar y revisar su propio aprendizaje profesional.
Los docentes deben seguir aprendiendo en toda su vida profesional, y los que no lo hacen son una carga para sus estudiantes.
En la sociedad del conocimiento, los docentes no pueden aprender solos, es vital que se impliquen en la acción, en la búsqueda y en la resolución de problemas en conjunto con sus colegas.
Es importante en la sociedad del conocimiento que las familias pasen a formar parte de la red de aprendizaje de la escuela y que los docentes amplíen su sentido de profesionalismo para incluir y abarcar estas asociaciones de aprendizaje más amplias.
La inteligencia emocional añade valor a la inteligencia cognitiva. Las cinco competencias básicas que construyen la inteligencia emocional son:
-          Conocer y ser capaz de expresar las propias emociones
-          Ser capaz de identificarse con las emociones de otros
-          Ser capaz de supervisar y regular las propias emociones para que no escapen a nuestro control
-          Tener la capacidad para motivarse a uno mismo y a los demás
-          Poseer las habilidades sociales para poner las cuatro primeras competencias en acción
Todos estos aspectos de la inteligencia emocional permiten que los profesores y directivos mejoren sus relaciones con los compañeros.
Esta inteligencia es muy importante en el aula, ya que mejoran nuestras organizaciones y relaciones, es una finalidad esencial para el aprendizaje escolar
También esta inteligencia emocional proporciona los fundamentos emocionales para el aprendizaje profesional compartido y el trabajo en grupo entre los docentes.
La sociedad del conocimiento también depende de la “inteligencia colectiva”, que implica una transformación en el modo que tenemos de pensar acerca de la capacidad humana. Todos somos capaces.
La inteligencia creativa es universal, múltiple, infinita y compartida.
Los docentes en la sociedad del conocimiento deben desarrollar la capacidad para correr riesgos, manejar el cambio, e iniciar pesquisas cuando se les plantean de forma repetida nuevas demandas y nuevos problemas.
En la enseñanza, el riesgo requiere un tipo especial de confianza en los procesos y en las personas, esto se llama “confianza profesional” que quiere decir que los docentes tengan confianza en personas que quizás no conozcan bien y que no formen parte de sus amigos y que no han puesto su fiabilidad en ellos.
En resumen, enseñar para la economía del conocimiento fomenta:
-          Creatividad
-          Flexibilidad
-          Resolución de problemas
-          Inventiva
-          Inteligencia colectiva
-          Confianza profesional
-          Asunción de riesgos
-          Mejora continua